El
mundo de la narrativa transmedia actualmente es un mundo en auge. Gracias al
poder de las redes sociales y al aumento del fenómeno fan las historias que cuentan con miles e incluso millones de
seguidores parece que no tienen fin. Si indagamos por internet veremos que
grandes sagas literarias, como por ejemplo puede ser Harry Potter o Crepúsculo,
ambas concluidas tanto literariamente como sus adaptaciones cinematográficas,
siguen contando con millones de adeptos, que escriben historias alternativas
para sus personajes.
Los fans se niegan a
dejar “morir” a los personajes con los que se han identificado y con los que
han compartido tanto. Existen grandes comunidades de blogueros o foros enteros
dedicados a estos temas. Analizaremos este fenómeno más en profundidad cuando
analicemos las sagas que los originan.
Si analizamos que producciones españolas han logrado crear
tanta expectación como para originar una narrativa transmedia nos encontraremos
con el hecho de que el número de obras que logra esta repercusión es mucho
menor que si lo comparamos con las grandes sagas internacionales, sin embargo,
poco a poco el panorama español va ganando adeptos.
Podemos mencionar la serie Aguila Roja producida por Globomedia para
Televisión Española. En los últimos años es una de las pocas ficciones que ha
logrado traspasar la pequeña pantalla, creando su propia comunidad de
seguidores, y adaptándose incluso al mundo de los videojuegos.
Donde
nos llama la atención la repercusión de las producciones nacionales es en
aquellas dedicadas a los más pequeños. Los dibujos y series creadas para los
más pequeños de la casa alcanzan muchas veces la repercusión que no alcanzan
aquellas dedicadas al público más adulto. Ejemplos de esto tenemos en la serie
de Las Tres Mellizas.
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